Regresando de una nevada Nueva York, una metrópolis tan hermosa como imposible, recuperamos inmediatamente la sensación de bienestar en ser hijas del Mediterráneo: su clima, sus colores y sus incomparables y generosos frutos. Los limoneros en el jardín de nuestra nueva casita cerca del mar, nos devolvieron a una dimensión más familiar y nos dieron muchas ganas de volver al trabajo. Así que los limones, recogidos con nuestras manos y llevados al taller artesanal de Av. Capuchinos 13, se han […]